

El viaje no presenta inconvenientes. Volamos a 300km/h al 75-85% de gases y radiador cerrado. Pitch al 80. Formación cerrada por si aparece la caza enemiga, la cual efectivamente nos atacará a escasamente 1km del objetivo.

La formación se rompe y todos recibimos daños. Uno de los Junkers cae abatido inmediatamente. El mÃo recibe daños en el motor izquierdo y perdemos fuel, pero ya estoy sobre el objetivo, colimando adelantadamente, segando.

Antes de soltar las bombas y tras su suelta somos repetidamente alcanzados por la antiaérea, con daños ya en ambos motores. Mi segundo punto cae. Estamos solos. Al fondo arden varios hangares y un grupo de aparatos enemigos en plataforma, alcanzados por nuestras SC500.


Y mientras trato de evadirme, vuelve la caza Roja, que no dejará de acosarnos durante al menos dos minutos más.

Con una elevada pérdida de combustible, no conseguiremos regresar a casa, teniendo que aterrizar de emergencia a orillas de un afluente del Volga.
Conclusión:
Nuestras oportunidades de alcanzar objetivos y regresar con ataques a baja cota con Ju-88A-4 contra aeródromos defendidos son escasas...